Gracias:

sábado

Quien juega a que lo extrañen se arriesga a que lo olviden.

No podrás faltarme cuando falte todoa mi alrededor. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es lo que sucede cuando uno por orgullo, porque algo le pareció mal y no lo comunica abiertamente a la otra persona, quiere alejarse o poner barreras, o hasta por inseguridad, por probar hasta donde llega el interés de la otra parte, se aleja.
Efectivamente la otra parte queda sin entender, y como sabe que no ha sido su culpa, no la busca, dice "ya se le pasara..." y así no se buscan ninguno de los dos.

Se corre un riesgo tremendo con el hecho que ninguno de el primer paso en lograr un acercamiento, porque el tiempo y la distancia pueden causar un efecto de que no hay vuelta atrás, uno de ellos abocarse a otra actividad y perder el entusiasmo en retomar esa relación o incluso entusiasmarse con otra persona.
Por eso, mientras se pueda, hay que intentar luchar, que no nos venza el orgullo o el ego a quedar como alguien arrastrado.

Carolina